sábado, 6 de diciembre de 2008

De sabores y emociones



De sabores y emociones

Resulta que venimos hablando de la “relación carnal” que parece haber entre la alimentación y las emociones.
Si nos preguntan sobre nuestras preferencias a la hora de elegir alimentos, resulta que todos podemos decir que hay determinados sabores que nos son favoritos a otros.

Según la cocina oriental, íntimamente relacionada con las emociones desde siempre, existe una relación entre los 5 sabores y los estados de ánimo:

Dulce:

Relacionada con las preocupaciones, y en su justa medida nos calma la inquietud y el humor excitado. En extremo nos puede llevar a sentimientos de codicia y complacencia, e incluso a la dependencia emocional.

En general el dulce beneficia energéticamente al bazo y el estómago porque si el bazo está débil, esto puede deberse a una insuficiencia de la sangre que repercute en el hígado y el corazón, lo cual lleva a la depresión o la ansiedad. Quien no se ha comido un chocolate casi desesperadamente cuando sentía tristeza?

Salado:

Lo salado parece estar asociado con los deseos compulsivos y la ansiedad. La sal estimula el riñón y la vejiga, y su exceso puede afectar al corazón.

Resulta que se ha encontrado que la “sede” del miedo está en la amígdala (en el cerebro) pero los orientales dicen que algunos miedos podrían tener su origen en una insuficiencia del riñón en términos energéticos.

Esto puede que puede compensarse con alimentación rica en legumbres y cereales. Los cereales y las legumbres aportarían fuerza de voluntad.

Amargo:

Muchos alimentos amargos suele asociarse con emociones de sensaciones de insatisfacción y frustraciones. En forma moderada beneficia el corazón y el intestino delgado y por lo tanto se asocia con la alegría y el amor.

Los chinos dicen que la ansiedad y el insomnio se relacionan con insuficiencia de energía yin en el corazón, para lo cual se recomienda comer frutas y verduras amargas.

Picante:

Los picantes son excitantes físicos y estimulan las sensaciones corporales. Pero consumido en exceso, irrita. Exactamente lo mismo sucede con las emociones en relación a alimentos de esta característica.

También se asocia lo picante con la tristeza, por lo que en dosis moderadas puede compensar un estado melancólico.

Ácido:

Dice la nutrición oriental que los sabores ácidos, así como los agrios, agudizan el intelecto y promueven el ingenio.Pero que en su exceso pueden modificar el carácter, tornándolo amargo o provocando resentimientos.

Es beneficioso para el hígado y la vesícula. La visión oriental señala que una persona es irascible cuando tiene un exceso del elemento fuego en los citados órganos, por lo cual debe comer alimentos ácidos de naturaleza fresca para compensar ese exceso.


COMO ARMONIZAR EMOCIONES CON LOS ALIMENTOS


En la medicina tradicional china se relacionan los diversos sistemas de órganos con un sabor, una estación, un elemento y una emoción. La interrelación permite regular las emociones potenciando ciertos alimentos en la dieta.


Alegría:

Cuando se desboca puede alterar el funcionamiento del corazón y el intestino delgado. El sabor que la potencia cuando falta y controla cuando sobra es el amargo, propio de hortalizas como la alcalchofa, el espárrago, el brécol, la escarola o la lechuga.


Tristeza:

Este sentimiento puede estar vinculado con un desequilibrio del pulmón o del intestino grueso. Puede atenuarse introduciendo en la dieta habitual un poco de sabor picante, la guindilla, la nuez moscada, el curry, la pimienta negra, la mostaza, el berro, el rábano, el ajo o el puerro.


Preocupación:

Si es excesiva puede afectar al funcionamiento del bazo y del estómago. Para moderar esa emoción pueden tomarse alimentos dulces y saludables. Frutas como la manzana, la uva, el melocotón, el plátano, cereales como el mijo, el arroz y el trigo, los garbanzos, hortalizas como la remolacha, la zanahoria y el calabacín; y otros alimentos como la miel, la leche las nueces, aportan seguridad emocional. Por supuesto en ningun caso tiene sentido el abuso de estos alimentos. Los terapeutas chinos recomiendan siempre la presencia de todos los sabores y el equilibrio.


Cólera:

La ira puede deberse en gran parte a un exceso de fuego en el hígado y la vesícula biliar. El sabor que equilibra estos órganos es el ácido, así que a una persona afectada por la cólera le convienen los alimentos frescos y ácidos omo las frutas cítricas, los albaricoques, las fresas o las cerezas.


Miedo:

Se relaciona con un exceso de frio en el riñón y la vejiga. Incrementar la presencia de ingredientes salados en la dieta puede ayudar a regular esta emoción negativa. La sal marina, el ajo, los pescados, el arroz integral o las semillas de sésamo son alimentos recomendables.


de Claudina Navarro Manuel Nuñez




Dime que sabor prefieres y te diré que te sucede ?


Dime qué te sucede y te diré que sabor te beneficia ?


Qué experiencias tienen sobre esto?



2 comentarios:

Thalía dijo...

Mi reino por lo salado!!

Aunque a un buen dulce no le hago un feo.

A mí dame arroz en todas sus variantes, patatas en todas sus variantes, y..., bueno, dame de todo, que tengo buen saque.

¿Qué me recomiendas Magui?

Circe dijo...

Según la medicina tradicional china los alimentos se identifican con energías Yin o Yang, que son algo así como formas o manifestaciones del Qi (=energía originaria presente en toda la naturaleza). Como comprenderéis, la medicina occidental discute la existencia del Qi y pòr tanto los principios básicos de la dietética tradicional china. Sin embargo, parece ser que existe una correlación entre la necesidad de equilibrio entre el yin y yang de la dieta en la concepción china y el equilibrio del PH ácido o básico, principio que fundamenta la teoría dietética de Montignac y tiene tantos fans como detractores a uno y otro lado de la barrera naturista.

Por lo que a mí respecta, me apetece chocolate cuando necesito afecto o me siento frustrada, aunque no me sirve cualquier otro dulce. Será porque el chocolate es dulce y amargo a la vez... El cuerpo me pide salado cuando estoy cansada o asténica o hace ese calor aplatanante que te baja la tensión al mínimo. Y es verdad que empiezo el día con mucha más energía mental si desayuno un buen zumo cítrico bien ácido y si es amargo mejor, tipo pomelo, por ejemplo. Pero más allá de hacer estas identificaciones, me pregunto qué hay tras ellas, por qué funcionan así, qué vitaminas, por ejemplo, me afectan a la lucidez mental cuando tomo ese zumo... o qué enzimas (?) inciden en mi ánimo, si es que así funciona el asunto...