jueves, 20 de noviembre de 2008

Venimos malcomiendo



Brevis oratio et longa manducatio
Discurso breve y comida larga
Frase burda contra los largos discursos al principio de los banquetes


El “malcomer” no es exclusivo de esta época. Desde la antigüedad encontramos desórdenes en la conducta alimentaria. En los banquetes del antigua Roma eran comunes los atracones seguidos de sensaciones placenteras y –con perdón- vómitos auto-inducidos para seguir comiendo. Eran los precursores de la actual bulimia?


Y en la Edad Media ya cuenta la historia de la práctica de restricción alimentaria por motivos religiosos. Eran esas prácticas de ayuno las predecesoras de las actuales anorexias nerviosas?.

La belleza del cuerpo femenino se ha tenido en cuenta en todas las culturas, aunque el ideal de belleza ha cambiado a través del tiempo.

En la actualidad y desde hace algunas décadas se ha instalado la DELGADEZ como ideal, y si bien los trastornos de alimentación ya existían en otras épocas como casos aislados, en ésta época ha habido una especie de “epidemia”. En la década de los ’90 fue el record de diagnósticos de anorexias nerviosas, aunque en muchos casos fue sobre-diagnosticada.

Por lo tanto, la presión social en cuanto al ideal de la mujer delgada, ha tenido un “gran peso”, sobre todo en las mujeres.

Pero no todo es la presión social, especialistas de distintas corrientes teóricas acuerdan que los trastornos de alimentación son enfermedades multi- determinadas, donde intervienen factores psíquicos, biológicos, y socio culturales que se entrecruzan para mantener la enfermedad.

Resumiendo... desórdenes de alimentación los hubo siempre, pero “trastornos” son casi exclusivos de nuestra época y de Occidente.

Cuáles son esos trastornos? La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de alimentación no especificado. La obesidad requiere un capítulo aparte.

Anorexia y bulimia comparten dos aspectos centrales: la excesiva preocupación por el peso y la idea sobrevalorada de adelgazar.

La anorexia se caracteriza por la restricción alimentaria con pérdida de peso significativa por decisión voluntaria, por un miedo intenso a aumentar de peso, distorsión de la imagen corporal, y por trastorno endocrino que se manifiesta como amenorrea.
Puede ser de dos tipos: de tipo restrictivo y de tipo purgativo/de atracones.

En la bulimia nerviosa, al igual que en la anorexia, existe la preocupación por el peso. Generalmente presentan peso normal o sobrepeso., hay presencia de atracones acompañado de sentimiento de pérdida de control. Luego siguen conductas purgativas.


Longa oratio et brevis manducatio?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es costumbre en las inauguraciones servir un buffet, Ana ha servido algo a los invitados porque servir comida y bebida es una manera de agasajar a la gente que uno quiere :)
Quería agradecerles a todos los amigos que han entrado ayer a saludar en este nuestro 1er día y la cantidad de neuronas bien nutridas que demuestran tener!!

Cómo se puede hacer para cambiar el ideal de belleza?
Qué le gusta al hombre?
En el ideal de belleza la mujer tiene en cuenta qué le gusta al hombre?
O hay otros factores mas poderosos que lo determinan?
Solo preguntas que me hago...
mientras me como un chocolatito con un cafe con endulcorante...

Thalía dijo...

Yo creo que el ideal de belleza actual no le gusta al hombre, pero es mi opinión personal. Creo que al hombre en general le importan muy poco 4 o 5 kilos de más o de menos y sí le importan otras cosas como que la mujer se sienta agusto consigo misma, independientemente de que lleve una 38, 40, o 42.

No tengo ni idea de quién marca el ideal..., quizás la moda, que piensa que puede lucir mejor su ropa en un cuerpo que en otra y con lo cual vender más.

Pero vamos, que digan ellos que son los que lo saben ¿no?

josman dijo...

brevis oratio et longa manducatio
(discurso breve y comida larga):


como panal de miel destilan tus labios, oh esposa;
miel y leche hay debajo de tu lengua;
y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
cantar de los cantares/salomón

Circe dijo...

Buena introducción al problema, Magui, pero me pregunto por qué nos hemos formulado las preguntas en torno unicamente al ideal de belleza de la mujer y a lo que le gusta al hombre. Ese ideal lo ha construido un mundo masculino, nosotras no hemos opinado. Para cuando hemos querido opinar ya éramos esclavas de ese ideal y no sabíamos salirnos de él. No hay mejor carcelera que la propia presa, nos la han colado pero bien.

Por otra parte, y es curioso, en todas las época existe también un ideal de belleza masculino que ellos ni siquiera conocen y nosotras menos.

Y por otra más, hoy vivimos en un mundo en el que cada vez tienen más peso las relaciones homosexuales públicas, por lo que habría que preguntarles a muchas partes qué es lo que opinan del ideal de belleza que se exige socialmente al propio sexo y del que se exige al sexo preferido por el propio deseo, sea cual sea. Al final, lo miremos como lo miremos, las mujeres siempre salimos perdiendo.